me hace gracia. pq sabía que x y b pensaban h y por supuesto me imaginaba, no es que lo imaginara, sq ponia los cojones en un cepo a que z iba a pensar y, w y g. por eso estaba tan contenta yo. porque lo sabía y no me equivocaba, claro que no, era algo tan evidente que no iba a falla. lo que no sabía es que también p pensaba m n y l. para nada. de hecho pensaba que p a muerte con j, pero por lo visto para nada. eso sí que me sorprende pero en cualquier caso, es un detallazo por parte de p. no le nía delante, pero ayer lo que me apetecía era darle un besito. o un besazo

y decirle:
me cago en la ostia, tío....... tú sí que eres un pivón!


me apetece andar zorreando por la noche no porque me apetezca, sino por una cuestión de princ-ci-pios (la pronunciación silabeada es un de los recursos intensificadores más recurrentes del español coloquial y blablabla y mucho me temo que la admiras y soy incapaz de entenderlo pero corazón, yo cierro el chiringuito y no me da ninguna pena la cara de perro abandonado que llevas teniendo todo este tiempo)

de la quiniela de esta semana sólamente acerté una. pero es la que quería acertar. sabía q z iba a pensar y, w y g. lo sabía. no es que sea un lince, es que cualquier persona con dos dedos de frente pensaría lo mismo.


la puta arquitectura del peligro. las vetas que hacen las cosas que sabes y no cuentas en el margen de las cartas supersinceras que te tiro a la cara.
todo lo que te pasas por el forro cuando el que la está cagando eres tú,

pero ahora. es que me come la polla. y yo que sé. ayer. o la semana pasada. o hace dos meses. o hace dos ortigueiras. la frontera entre certeza, intuición y hecho está tan difuminada que sinceramente las cosas han dejado de significar nada.

y pista.