puedo ser poeta, si me dejas, dentro de tus manos
allí donde me pelas como una naranja de invierno o como una nuez o como algo
duro en aparencia pero terriblemente jugoso o nutritivo dentro
dentro de tus manos, tú pélame, pélame y dejame que llegue
al centro de mí, allí donde ya yo no soy yo y tú ya no eres tú
y hay un vacío cálido en el que todo cabe
el perro debajo de la cama
y la música de fondo
y las estrellas fuera, tan ajenas y tan nuestras
y las noticias de antena tres
y la hierba que está creciendo despacito en gambia
y mis ojos y tus ojos y miles de pequeñas palabritas cómicas que salen de tus labios
y se posan en mis oidos
y todo fermenta despacio en ese espacio de vacío total que me has hecho crear dentro
fermenta, y el licor que produce es este poema absurdo,
demasiado limitado, tan prolijo, tan buscado y tan nimio
pero tan lleno de cosas que no me pertenecen.
martes, 6 de mayo de 2008
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