miércoles, 26 de marzo de 2008
esta semana he vuelto a dejar de jugar con los muñecos definitivamente y me encierro entre letras y cajas de cartón. tus manos bastan, esta noche tus manos o tu plácida sencillez de vestirme de saliva y plumas sin cortarme las alas bastan. sigo enredandome en el humo y peleándome con cada palabra, con cada pantalla, con cada esquina de recuerdo que me asola el alma pero por hoy, por esta noche, por esta semana y por este año, tus manos me colman y sigo adelante sin hacer nada, sin pensar nada, sin acabar de ser capaz de aferrarme a la vida del todo porque la vida se me escapa entre los dedos un poco desde que tenía catorce años pero está bien si estás cerca y mientras pienso bajo a la cocina y pongo a calentar una sopa y unos muslos de pollo, hago café para después de comer, busco el vino, porque todo lo que tengo de yonki y de zorra lo tengo de ama de casa ejemplar y me gusta tanto follarme a tíos en el asiento de un coche o en el baño de un garito o en el último asiento de un autobús como hacerte la cama con primor mientras estás en la ducha; me gusta lo mismo meterme hasta que dejo de pensar y me sangra la nariz como compartir contigo una copa de vino tumbada en el sofá mientras vemos a íñigo paseando por estocolmo en planeta finito y así funciono yo, sin medias tintas pero queriéndote bastante.
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