necesito continuidad para escribir
una página de internet, un cuaderno de sueños,
un llanto extendido sesenta y cuatro días
ahora las enrededaderas caen por la ventana vacías de flores
tu nombre es un paisaje asolado, mi cuerpo es desierto
seco, árido, mortal y variable
intento conjugarte en susurros, amor, intento conjugarte pero no me sales más
no te salgo más
como jugaba con tu cuerpo vomito ahora tus recuerdos en hojas de papel
cada línea es tu voz,
son palabras
es
siempre vas a ser mi niña
nunca voy a dejar de cuidarte
cada palabra es
un moratón el brazo o
una noche de farra con blanca blanca blanca lucidez
por tu nariz por mi nariz por
mis venas y tu sexo
tu voz sólo tu sexo me mantiene despierto hasta tan tarde
una noche de portales y esquinas, de granos de arena
cuando cada minuto era pleno y entero,
un universo de todos los tonos brillantes del negro
necesito
referentes, amor
me atabas a la tierra con un lazo de cordura
ahora floto floto como un globo
demasiado pasado de alcohol y prozac
mi cuerpo es un lugar de paso desde que no lo pueblas y lo conquistas
todos los días son el mismo día ahora
un día tras otro día tras otro día sólo
esta pena, este saberse mitad incompleta,
falta de su mejor parte
de las tardes de verano en plazas de piedra,
con los dedos llenos de mechones de pelo
y los pulmones de humo dulce dulce
y la boca llena de lenguas
y el sexo lleno de sexo
y los labios manchados de semen
y las manos, las manos vacías de tus manos
que revoloteaban ansiosas hacia mí, o sólo gesticulaban
adornando una historia, creando para mí un universo ficticio
un pasado en el que yo no estaba todavía, o
un futuro del que me he suicidado contigo.
el mundo, amor, el mundo se resume en que no estás
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