las cosas van muy lentas. es tan evidente este estado de desánimo y de derrota que ahora las cosas se limitan a deslizarse sobre la superficie, en silencio, sin llamar mucho la atención. corren por debajo de la piel como pequeñas hormiguitas ligeramente histéricas y ligeramente rojas mientras me dejan hacer mi vida.
la respuesta a la pregunta "hasta qué punto puede un paciente resistir un shock tráumatico?" es "hasta qué punto quiere el paciente resistir?"
pero las cosas siguen fluyendo lentamente como sangre que mana de un ojo cortado, de un ojo que sabe demasiadas cosas que no debería saber, que ha visto demasiadas cosas que no quiere contar. y así la sangre que mana se hace sabia, y es ácido corrosivo es sosa cáustica pero
cuando las cosas duelen durante demasiado tiempo dejan de doler por principios.
las cuerdas demasiado tensas se rompen, pero de todas formas nada de esto importa demasiado porque son cosas que corretean bajo la superficie de la realidad y he aprendido a no hacerlas caso ni a ellas ni a estas manos que teclean demasiadas cosas y buscan demasiadas cosas y tocan, ahora también tocan demasiadas cosas.
domingo, 13 de enero de 2008
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