era una sirena en el agua, sólo una sirena que deseaba ser nube, beberse el cielo, y deslizarse lúbrica entre corrientes de aire :::
y salió arrastrada del mar manchando sus escamas con arena :::
y la tierra se encaprichó de ella, devorándola entre sus dritos de sueños frustados, la engulló hasta lo más hondo con el semen supurando de sus poros, de cada hormiguero, de cada alcantarilla:::
pero la sirena llegó hasta el fondo de la tierra y desde allí, tomó impulsó y saltó, atravesando capas y capas de barro y musgo y cal y rocas , rompiedo la tierra alzó sus brazos, convertidos en ramas y se quedó petrificada en medio de su éxtasis de llegar a besar el sol con la melena ondeando al viento las manos erguidas las manos erguidas siempre un poco más cerca más cerca más:::