podemos cambiar --de aquí al sábado-- el concepto entrada etílica por el concepto entrada resultado de estar chapando mierdas filosóficas. mañana tengo que rematar la práctica. oh, ríos, gracias por el bagaje cultural que me dejas siempre, por witgenstein, gadamer, marcuse, derrida y pandilluki.
escribí un soneto desde mi enfado total con el siglo de oro, simplemente por joder, y lo perdí. ÑE. qué típico. qué ganas de skarnio. qué ganas de un té mañana a última hora si seguimos vivos --todo apunta a que no--
qué noches más raras y más extremas. qué manera de marcar límites. límites a los que tender, o a lo mejor límites como fronteras; pero tengo un vestido precioso con el que no acabo de encajar y el 25% de tetas que tenía a los dieciséis.
no lo sabéis, pero la vida de brian en realidad trata sobre el fragmentarismo en los grupos tanto de disidencia como de adoración religiosa. es un canto a favor de la individualidad. y así.
mi soneto... era una puta mierda, pero cómo me jode haberlo perdido.
a esta lola le gusta mi pistola.
jueves, 15 de mayo de 2008
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