esta espiral se está volviendo tan espinada que ni siquiera soy capaz de distinguir el idioma en el que me dan consejos todos los secretos disfrazados de versos-
mi vida es como una frase de ocho líneas, llena de subordinaciones, coordinaciones y, sobre todo, yuxtaposiciones. últimamente la única forma de seguir respirando es aferrarme como una serpiente a todos los alambres oxidados que recogí durante el invierno para cavar mi tumba. el dilor es purísimo, y la sangre sale limpia, pero en cualquier caso, todos sabemos que la herida está infectada.
tú eres mis antibióticos, lo que pasa es que tengo el botiquín hecho un puto cristo y me olvidé de etiquetar los botes de metadona. así perpetúo mi adicción cíclica.
sábado, 15 de septiembre de 2007
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