ahora ella ya no quiere escribir nada. la habitación y la cama giran sobre sí mismas, ella está dentro como en una peonza de espejos y no es capaz de encontrarse a sí misma ni a él ni a nadie.
ya no como antes.
nunca más nada puro y perfecto.
y se acuerda de su cara al final, debajo suyo, con la mirada perdida y sin decir nada, nada de nada. sólo sintiendo.
pero ya no se encuentra porque las cosas giran demasiado rápido y tiene los ojos nublados de semen y feniletilamina. se toca y no está. se masturba y sus orgasmos son raros, son difusos, no llega ese centro de implosión de antes. como si pinchase un globo poco hinchado.
y la silla y la pared y el edredón y las almohadas están manchadas de sangre y de poesía y de acordes.
(su melancolía entra ahora una corchea más tarde que su lujuria)
no sabe nada ya. y lo que sabe, no se lo cree. no hace nada, no actúa, ella sólo teclea mierda y deja que salga mierda de su boca.
pero no se quema
todavía.
miércoles, 23 de mayo de 2007
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